¿Quién lleva la capa?
A los consumidores les encanta pagar con nuevos dispositivos. Pagar en un supermercado con tu reloj de pulsera, comprarte el almuerzo con tu teléfono y hasta ordenar tu cena desde el panel de mandos de tu auto, el último dispositivo en salir al mercado siempre es el héroe del día. Pero al verdadero héroe lo define lo que lleva dentro. El token.
¿Qué es un token?
Un token es simplemente algo que sustituye otra cosa que tiene valor. Uno de los primeros tokens en la industria de los pagos fue el número de cuenta impreso en una tarjeta de débito. El número de cuenta primario o PAN era el token—un número sin valor. Ese número de cuenta primario representaba algo que sí tenía valor: la cuenta bancaria. Si se perdía la tarjeta, es decir, el token, la cuenta bancaria no corría peligro alguno.
¿Y qué es lo próximo?
El uso de los tokens neutraliza la información sensible de pago, creando más oportunidades para nuevos formatos y nuevas tecnologías. Industrias que anteriormente no podían participar en él pueden ahora introducirse en el espacio de los pagos. Una compañía que vende máquinas de lavar ropa puede facilitar la compra del detergente sin necesidad de guardar la información de pago del propietario debajo del indicador de ciclo de exprimido. El token se ocupa de hacerlo.